Noticia publicada al diari SPORT:
Lluís Millet, el prestigioso arquitecto que dirigió el Area de Planeamiento Urbanístico de Barcelona’92, es el responsable de realizar un estudio contenido para cubrir el Velòdrom Olímpic que albergará en el interior una pista de hielo en donde entrenarían los patinadores durante algo más de seis meses. El proyecto forma parte del ambicioso plan que comenzará a desarrollarse progresivamente con la candidatura de los Juegos de Invierno de Barcelona-Pirineu 2022 y que contempla la construcción de siete pistas de patinaje sobre hielo en Catalunya, la reconstrucción del Palau de Gel del FC Barcelona y la remodelación de la maltrecha pista de Puigcerdà, a la que ya se le ha asignado un presupuesto de un millón de euros.
La condición ‘sine qua non’ para que el FC Barcelona pueda derribar el Palau de Gel, con graves problemas estructurales, y construir una nueva instalación es que la ciudad tenga como mínimo una pista de patinaje en condiciones. Encontrar una ubicación en Barcelona con un espacio mínimo de 5.000 metros cuadrados no es nada fácil. La idea más avanzada y que contentaría a todos por su viabilidad es la construcción de una pista de hielo sobre la ‘pelousse’ del Velòdrom Vall d’Hebròn que funcionaría durante medio año aunque para ello sería imprescindible realizar la cobertura de toda la instalación. De esta forma la Federació Catalana de Ciclisme, que tiene la sede en este recinto que gestiona desde el mes de septiembre vería cumplido un sueño al que aspiran desde 1984. La cobertura del Velòdrom permitiría la práctica del ciclismo durante todos los meses del año y protegería una pista de madera que hoy, por su coste y calidad, sería inviable.
Ramón Carreras, presidente de la Federació Catalana d’Esports d’Hivern (FCEH) ve con muy buenos ojos el proyecto por cuanto “la preparación de los patinadores exige muchas sesiones de ciclismo. La combinación de ambos deportes rentabilizaría una instalación que sería modélica”. Enric Truñó, el experimentado comisionado de la candidatura olímpica de Barcelona-Pirineu 2022, explicó a este periódico que la idea “es muy razonable puesto que existen coberturas de material plástico como el teflón muy resistentes y con un coste económico contenido”. Sobre parte de la ‘pelousse’ se construiría una pista de hielo que funcionaría durante medio año.
El plazo de ejecución de esta obra sería de dos a tres años y posteriormente el Ajuntament daría luz verde al FC Barcelona para reconstruir el Palau de Gel y adaptarlo a las necesidades actuales. Los gastos para llevar a cabo una obra de estas dimensiones oscilan sobre los 6 millones de euros como mínimo. Jordi Hereu, el alcalde de Barcelona, está especialmente ilusionado con la candidatura de Barcelona-Pirineu 2022, tanto por la inyección económica que supondría para las comarcas de montaña pirinaicas, la promoción de la ciudad y la renovación de instalaciones deportivas. Para Hereu se trata de un paso adelante que no estará vinculado a los resultados electorales de las municipales. Por ello, Enric Truñó explicó que en el calendario figura el mes de junio como fecha clave para dar el espaldarazo definitivo a la candidatura. Pere Alcober, regidor d’Esports, explicó que “todo el proyecto debe hacerse de forma consensuada” bajo el concepto de una austeridad adaptada a los tiempos actuales.
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